*Desde la antigüedad, una de las
encomiendas de la arquitectura ha sido el aprovechamiento del espacio con
sabiduría: en armonía con el entorno, con funcionalidad de uso y acabados
estéticos. En la época contemporánea, una de las tendencias arquitectónicas se
ha englobado bajo el término de “edificio inteligente”.
DESPUÉS DEL POSMODERNISMO: LA TECNOLOGÍA
ARQUITECTÓNICA
En el imaginario colectivo forjado en los últimos cincuenta años, el siglo XXI ha sido destinado a ser el siglo del futuro. El momento en el que las fantasías de la ciencia ficción comiencen a materializarse. Automatización cibernética, uso masivo de robots, prótesis biónicas, regeneración biológica por medio de la ingeniería genética y una larga lista más. Muchas de estas instancias son ya una realidad. En diversos ámbitos de la sociedad, en efecto, vivimos ya en el futuro. De la medicina a la industria automotriz; de la agronomía a las telecomunicaciones, la inventiva tecno científica modifica de manera constante las relaciones laborales, comerciales, personales y políticas. En tanto que pilares de la vida en sociedad, el urbanismo y la arquitectura también son parte prominente de esta tendencia, dominada por la tecnología interactiva.
Paradigma internacional de edificio inteligente. |
Así, en las últimas dos décadas, y de manera preponderante en la actualidad, los desarrolladores inmobiliarios hablan constantemente de “edificios inteligentes”, “casas inteligentes”, “conjuntos habitacionales inteligentes”, etcétera, constituyéndose incluso en una moda en un importante segmento del mercado citadino.
Comencemos con la acepción estándar del
término, aquella que lo iguala con el uso cotidiano e integrado de las ventajas
tecnológicas. El reconocido portal inmobiliario Lamudi (www.lamudi.com.mx) da una definición de
“edificio inteligente” que no es errónea, pero sí estrictamente comercial y
restringida a uno de los aspectos de la “inteligencia” de las edificaciones, es
decir, las integraciones electrónicas en los espacios habitables:
…se
puede calificar a una edificación como inteligente si ésta ha sido dotada de
tecnología que permita controlar remotamente varios dispositivos automatizados
que tiene la estructura, y esto a través de eficientes sistemas computarizados.
Así, los ocupantes del edificio pueden personalizar varias definiciones y
características de tales dispositivos para sentirse más confortables y ahorrar
tiempo y dinero. Del mismo modo, los sistemas de seguridad y la sustentabilidad
son atributos que definen a estas construcciones. En suma, el objetivo es
brindar una elevada calidad de vida a los que habitan el edificio y, en el caso
de un centro laboral, de aumentar la productividad de los trabajadores.
EL SUSTENTO DE UN EDIFICIO INTELIGENTE ES
LA FLEXIBILIDAD: CONVERSACIÓN CON JOSÉ MOYAO.
En conversación con el arquitecto José
Moyao, quien entre muchas obras más, ha estado a cargo del nuevo palomar del
Autódromo Hermanos Rodríguez, del Auditorio Telmex de Guadalajara y la
reconstrucción del Frontón México, amplía la definición de “edificio inteligente”
y propugna por una interpretación diversa del término:
Considero
que el epíteto de ‘edificio inteligente’ es una forma de comercializar un tipo
de inmueble. Para mí, un edificio inteligente es el que te permite hacer
cualquier tipo de adecuaciones en un momento determinado. Aquel que tiene la
posibilidad de hacer adaptaciones para diferentes usos. Es decir, que se puede
convertir en oficinas, centro de cómputo, o un hotel. Eso sería para mí un
edificio inteligente. Un recinto que tiene la capacidad de transformarse y
adaptarse a las circunstancias que se le presentaran. Hoy día se le llama
‘edificios inteligentes’ a los que, por ejemplo, en teoría tienen ahorro
energético, y digo en teoría porque en la actualidad vemos edificios que tienen
las cuatro fachadas de cristal: norte, sur, oriente y poniente, cuando en
realidad es la utilización de tipos de cristales que tratan de abatir un
poniente que no están diseñados con esquema formal real para lo que se persigue.
Es decir, de acuerdo con la argumentada
percepción de José Moyao, un edificio inteligente es, en realidad, un edificio
flexible. Afirma entonces: “más allá de la tecnología, lo que calificaría como
‘inteligente’ a un recinto es la flexibilidad arquitectónica. Hay que recordar
que la tecnología va cambiando, entonces, hacer sistemas de cableados
estructurados para un solo tipo de tecnología, cae en la obsolescencia con
rapidez. En cambio, mientras tengamos estructuras tanto de pisos como de muros
que tengan la flexibilidad para poderse mover o cambiar los elementos
tecnológicos según necesidades, en ese momento se vuelve un edificio
inteligente”, puntualizó.
Render (1) del palomar del AHRs. Moyao Arquitectos. |
Render (2) del palomar del AHRs. Moyao Arquitectos. |
Sobre la especificación de los “edificios
flexibles”, que son la propuesta del arquitecto para lo que se ha dado en
llamar “edificios inteligentes”, abundó:
En
mis términos, pondré el ejemplo de dos de nuestros edificios que considero
inteligentes. El primero, es un edificio en Periférico donde está Sistemas
Neumáticos de Envíos (SNE, Boulevard Adolfo López Mateos número 2777). Tiene el
cien por ciento de plantas libres. O sea, no tiene una sola columna en medio,
son claros de 17 metros con una altura de más de 4.70 metros; lo que ha
permitido es que tenga diferentes tipos de usuarios; como oficinas
corporativas, y zona de fabricación. Esto permite la flexibilidad que comento.
El tratamiento hacia la fachada, que es el Periférico, es el oriente y tiene
una “piel”, una celosía que permite controlar la luz solar; del lado poniente
tiene corta soles para controlar el asolamiento por las tardes.
El
segundo es el Frontón México; edificio que nació con el uso de frontón sin más,
como un recinto art decó en el centro de la ciudad en la primera mitad del
siglo pasado. Hoy, lo hemos transformado en un edificio vanguardista, con todos
los avances de la tecnología: aire acondicionado, sistemas inteligentes de
detección de humo, alarmas, etcétera. Pero la clave de su actualización fue que
se le dio el carácter de usos mixtos. Tenemos el rescate del jai-alai, con
gradas retráctiles, pero también puede servir para conciertos, con elementos
acústicos que permiten que la música se escuche perfectamente; tiene también un
casino de dos niveles y medio, un restaurante, un sky lounge y, por supuesto,
las oficinas administrativas. Entonces, se ha convertido en un edificio de usos
mixtos, ya que en la reestructuración completa que hicimos, obtuvimos una
estructura abierta que permite esta flexibilidad. Por ejemplo, si el día de
mañana el restaurante no funciona y quisieran poner en su lugar, digamos, un
hotel boutique, esto sería totalmente factible.
Frontón México: joya restaurada. Flexibilidad interior.
Heredero de uno de los nombres más
importantes en la arquitectura nacional; por sí mismo se ha forjado un nombre
en la arquitectura moderna mexicana, participando en proyectos como el recinto
del Papalote, museo del niño y, recientemente, con la imponente Torre BBVA,
rascacielos de la avenida Reforma de la Ciudad de México.
1. ¿Cómo
define usted un edificio inteligente?
Ha habido confusión y polémica con el
término de lo que entendemos por un edificio inteligente, ya que sin duda
cualquier edificio construido con buena arquitectura debiera ser en sí mismo
una solución inteligente a un problema determinado. Tratando de definir lo que
en estos últimos años se conoce como edificios inteligentes pienso que son
aquellos que han puesto especial énfasis en usar las nuevas tecnologías y la
automatización para lograr un funcionamiento óptimo en un edificio, así como un
mejor aprovechamiento de los recursos.
2. ¿Cuál
es el estado actual de los edificios inteligentes en México?
Si bien todavía tenemos mucho camino por
recorrer con respecto a los países más desarrollados, afortunadamente en México
cada vez hay más conciencia de hacer edificios sustentables y amigables con el
medio ambiente. Los inversionistas cada vez se preocupan más por hacer
construcciones que sean más fáciles y eficientes de operar, así como que
consuman menos energía. El uso de las nuevas tecnologías ha permitido tener
controles mucho más sofisticados para manejar elementos como la iluminación, el
aire acondicionado o el agua para que se adapten a las diferentes condiciones
de uso del edificio, dependiendo de la hora del día, de la época del año o de
la cantidad de personas que lo usan en los diferentes momentos. Esto nos
permite ser más eficientes, tener menores costos de operación, pero sobre todo
ser más amigables con el medio ambiente.
3. ¿Cuál
es la relación entre productividad económica (empresarial y estatal) y la
edificación de recintos inteligentes?
Los edificios inteligentes permiten que
seamos más eficientes en el uso de los recursos, que contaminemos menos pero
también ayudan a crear una ética de respeto al ambiente entre los usuarios.
Esto es muy importante ya que empresas que están adoptando estos modelos en sus
instalaciones ayudan a transformar la visión de sus empleados y clientes. De
igual manera me da gusto ver que en las generaciones jóvenes un factor
importante para decidir donde trabajar o consumir es el carácter en las
instalaciones de la empresa o comercio y qué tan responsables son con el medio
ambiente.
4. ¿Cuál
ha sido su experiencia personal en la concepción, diseño y construcción de este
tipo de recintos?
En el despacho de Legorreta vemos el
incorporar este tipo de nuevas tecnologías y el hacer una arquitectura que se
adapte al medio ambiente no como una limitación sino como una gran oportunidad
de diseño. Esto nos está generando el uso de nuevas formas y materiales que
respondan a estas necesidades. Es importante señalar que, si bien nos
entusiasma el uso de las nuevas tecnologías, siempre hemos pensado que la tecnología
debe estar al servicio del hombre: nos debe ayudar a mejorar nuestra calidad de
vida y a ser mejores personas y nunca se debe convertir, como pasa
continuamente, en un fin en sí mismo. No debemos tampoco volvernos esclavos de
la tecnología.
5. En
el contexto global, ¿en qué nivel se encuentra México en el desarrollo de
edificios inteligentes?
No es fácil hacer una clasificación en
cuanto al avance entre los edificios de diferentes países. La arquitectura debe
presentar soluciones que respondan a las condiciones locales. Un edificio debe
ser producto de un clima determinado, del entorno en donde está ubicado, de la
forma de construir del lugar, así como de la idiosincrasia y cultura de los que
lo van a habitar. Por eso es importante que busquemos soluciones que respondan
a las situaciones particulares de nuestro país y no solamente importemos
tecnologías de países más desarrollados pero que tienen situaciones diferentes.
Por ejemplo, en la torre BBVA Bancomer trabajamos mucho con todo el equipo de ingenieros
y arquitectos en una solución que permitiera que, durante gran parte del año,
el edificio no use aire acondicionado sino solamente ventilación. Creo que con
el clima de la Ciudad de México esto es muy factible. Debemos buscar soluciones
para nuestro país y en donde los mexicanos seamos más felices.
6. ¿Cuáles
son los beneficios sociales de la construcción de edificios inteligentes?
Un edificio inteligente debe ser más fácil
de usar, optimizar los recursos, pero sin sacrificar la calidad de vida. Por
ejemplo, en una oficina permitir niveles de iluminación y temperatura óptimos
sin caer en derroches de energía. Esto es posible mediante la instalación de
sensores y de equipo que permiten regular los sistemas de acuerdo con las
diferentes situaciones. También la automatización nos permite lograr diferentes
tipos de ambientes, cada vez más sofisticados, que nos demanda el mercado. En
hoteles o restaurantes ya se busca crear ambientes que integren diferentes
escenarios con la música, iluminación, temperatura, fuentes, fogatas y otros
elementos que cambien con los diferentes usos y horarios de los lugares. Ya se
busca crear toda una experiencia y no solamente un entorno arquitectónico.
7. Algún
nuevo proyecto suyo en este sentido que nos pueda compartir.
Estamos trabajando en un hospital con
Universidad en Kampala, Uganda. El cliente nos ha pedido un proyecto que cumpla
con los estándares internacionales pero que a la vez responda a la cultura y
situación local. Ha sido todo un reto lograr un edificio que sea eficiente,
sofisticado pero que responda a las condiciones de un país menos desarrollado
como Uganda. Nos hemos dado cuenta que muchas soluciones son en ocasiones de
sentido común y aprender de elementos usados en las arquitecturas
tradicionales, como ventilación cruzada o iluminación natural. La gran ventaja
es que hoy en día con los nuevos sistemas de computación podemos modelar muchas
de estas soluciones y saber de antemano cómo van a funcionar cuando antes se
realizaban de forma empírica. Una vez más, ha sido usar la tecnología, pero con
la inteligencia del ser humano.
*Una versión distinta de este texto fue publicada en el suplemento de arquitectura e interiorismo de El Universal.